Oneshot Happy YJ-Day *-*

Título: GAME

Autora: Felina

Pareja: YunJae

Género: Romance

Clasificación: NC-18

Advertencia: Lemon

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Jaejoong estaba más que arrepentido. De haber sabido la consecuente tortura vergonzosa de su amabilidad, ni siquiera hubiese abierto la boca. Pero claro, su instinto materno y su buena voluntad le ganaron cuando Junsu le puso esos ojitos de cachorro abandonado que en un santiamén le convencieron de participar tras bambalinas de todo su plan.

- Paso número uno: poner a Yoochun celoso *u* - el rubio señaló con una enorme sonrisa…

- ¿Eso no pasó ya desde que se lanzó el MV de TARANTALLEGRA? De hecho desde los teaser, Yoochun ha andado como fierecilla enjaulada que no lo calienta ni el sol… - el pelioscuro puntualizó con gesto pensativo. Claro, si así quedaba clarísima la actitud agria de su amigo pelinegro.

- No, no hyung, poner realmente celoso a mi ratoncito cuando se entere de la estructura del concierto. La mayoría de los pasos sexys se los he mostrado desde hace un tiempo a él cuando hacemos el amor…

- ¡Stop! No me des tanta información, Junsu ah u//u

- Como si no hicieras lo mismo con Yunho hyung… - protestó con adorables pucheros.

- No es el tema aquí… - el mayor carraspeó con las pálidas mejillas ligeramente ruborizadas… - ¿Cuál es el paso número dos?... – sí, mejor cambiar el tema, que de por sí el rubio suele irse por las ramas cuando habla.

- ¡Someter a Chunnie! *-* - Jaejoong se atoró con su propia saliva… - hacer que mi ratoncito caiga a la ratonera. ¿Te explico cómo haré eso, hyung?... – preguntó inocentemente. Aunque Jaejoong comenzaba a sospechar que de inocente Junsu no tenía mucho, lo que pasaba era que la fachada de su persona siempre hacía pensar eso.  

- Prefiero que no, guárdate tus tácticas en secreto Junsu ah… - el pelioscuro tomó un trago de agua luchando por ahuyentar de su mente cualquier pensamiento insano que quiera tomar forma en su cabeza.

- Pero te podría servir con Yunho hyung si…

- Sólo cuéntame el resto de tu grandioso plan, por favor… - casi suplicó…

- ¡Obtener los juguetes para distraer al ratón y caiga en la ratonera!… - exclamó sumamente emocionado… - es aquí donde tú me llevas a esa sexshop a la que ChangMin dice que Yunho hyung y tú van…

Jaejoong tomó nota mental. Nada de comida ni permisos para salir con Hayami para ChangMin por andar contando indiscretamente nuestros oscuros secretos.

- No creo que…

- ¡Vamos!... – aunque Jaejoong quiso oponerse, Junsu ya le había arrastrado fuera del departamento y empujado todo sonrisas dentro de su auto… - y dime hyung, ¿cuál es el juguete favorito de Yunho hyung?... – el rubio preguntó quitado de la pena mientras que Jaejoong se sonrojaba como termostato.

- Esas cosas no se preguntan, son secretos de pareja ¡no quiere decir que nos gusten los juguetes!... – pero por supuesto, era tarde para tratar de evadir la creciente curiosidad del menor. Así que no tuvo más remedio que contarle algunas cosas a medias y disfrazar otras.

La situación ya de por si era vergonzosa, pero lo fue pero cuando Junsu anduvo mirando todo con ímpetu infantil en la sexshop. Si Jaejoong hubiera sabido que… ¡Oh sí! El hubiera no existe. Resignarse era todo lo que le quedaba. Oh bien, no tanto, taparle la boca a Junsu y sacarlo rápidamente de ahí era misión inmediata. Arrebatarle casualmente el cupón de descuento… cofcof bueno, eso era solo una especie de cobro-recompensa merecida por aguantarle.

¡Qué! Él es buen umma, Junsu es el hijo malcriado y desvergonzado que lo arrastra en las más penosas situaciones.

- Paso número tres: Preparar una suculenta cena para mi ratoncito…

- Es ahí donde también entro yo, ¿no?... – el rubio asintió efusivamente mirándole con esa carita de niño bueno que le ganaba todas (o casi todas) las batallas… - Está bien, pero que quede claro que te ayudo solo porque ya quiero que se reconcilien, Yoochun enojado y celoso es insoportablemente arisco y tú te la pasas suspirando y extrañando a ese ratón tonto…

- ¡Estoy de acuerdo! ¡Es un ratón tonto! Mira que ponerse celoso por cosas tan insignificantes como que yo baile >3<

- … - Jaejoong prefirió no emitir comentario alguno. En algunos aspectos, Junsu en serio llega a ser tan inocente.

Así pues, el mayor preparó la cena para dos que el YooSu debía consumir esa noche. En los platillos vio al menor colocar con dosis precisas polvos somníferos que bueno, es obvio el resultado que deben alcanzar. Luego simplemente le deseó suerte y salió de ahí rumbo a su propia casa.

~~~YJ~~~

*****

Departamento de Kim Jaejoong

El pelioscuro entró como bólido a su casa. No se había fijado en el reloj hasta que ya iba de camino. Tenía poco menos de una hora para prepararlo todo.

Él también tenía que someter a su Yunho.

No, no, no es que esté copiando el plan de Junsu. Yunho y él tienen esta clase de encuentros cada tanto desde hace algunos años cuando experimentan este tipo de placer diferente, erótico y hasta divertido. Y claro, una cosa es que se avergonzara ante el rubio por hablar del tema, y una muy diferente que no le resultara excitante experimentarlo con su novio.

Por eso, una buena ducha para sacarse el aroma de los platillos que cocinó en casa del menor. Preparar la mesa con un par de copas de su más fino cristal y una botella de champagne, la vela al centro y el resto del departamento casi en la total oscuridad, salvo los rayos de luna y la claridad de la luz municipal que se colaron por las ventanas.

Volvió a la habitación solo para mirarse al espejo. Esta vez de verdad sentía que había sido un poco –solo un poco– lejos con su vestimenta. Se alisó los mechones y ajustó esa diadema con orejas de conejo en tono negro con detalles en beige, se miró de cuerpo entero y se sonrojó avergonzado de sí mismo. Como alguien se enterara de la clase de jueguitos que se montaban…

- No es que nuestros amigos sean unos puritanos tampoco… - se convenció a sí mismo mientras aparta la mirada del espejo y toma el bolso negro que tenía sobre la cama para volver así a la estancia.

Dejó el bolso en un rinconcito del más amplio sofá (ahí, en el techo y justo en la dirección media del sofá, colgaba una cadena delgada que más tarde le serviría de mucho en su recién juego de seducción y dominio) y puso música en tono moderado, el sonido suave y seductor de la melodía comenzó a vagar por cada rincón del departamento. Jaejoong suspiró y en cuanto escuchó el inconfundible clic de la puerta abriéndose, se apresuró al comedor sirviéndose un poco de champagne mientras espera a su novio con expresión desinteresada.

- Mh, exquisito… - Yunho señaló sonriendo pícaro al mirar de arriba abajo al pelioscuro, quien tomaba un pequeño sorbo de su copa con elegancia… - ¡Wow! Jaejoong ah, ya despertó U-Know… - obviamente, había doble intención en el mensaje. Sin embargo, la mirada seductora del mayor viajó directo a la entrepierna del moreno…

- Veo que ha llegado muy animado… - Jaejoong soltó con una risita sexy, lamiéndose los labios con delicada sensualidad.

- Con tremenda vista cómo no… - Yunho admitió sin vergüenza alguna, acercándose a su novio y tomando por el tallo la copa que éste traía, dio un sorbo y fusionó así por primera vez sus labios con los del pelioscuro.

Un beso tranquilo, apasionado pero sin prisas. Ambos muchachos buscaron inmediatamente mayor contacto con el cuerpo del otro afianzando el abrazo, por lo que el moreno se vio en la incipiente necesidad de soltar la copa de cristal con algo de descuido, derramando el vino sobre la mesa cuando la copa cayó de lado al no haberla estabilizado. Las manos de Yunho rodearon la estrecha cintura de Jaejoong en tanto las de éste se perdían por la espalda del moreno acariciando sin intención definida, solo rememorizando los músculos que tiene por demás conocidos.

- Me encantas con traje de cuero… - Yunho jadeó con voz ronca, separándole lo suficiente para admirarle de nuevo.

Jaejoong viste un conjunto de látex y cuero bastante provocativo, el corsé en tono negro con detalles en tinto se le antoja realmente exquisito y sensual, resalta las bellas y deliciosas facciones de su novio, pero las hebillas que cruzan por el torso le dan ese toque salvaje que se le antoja aún más a Yunho. La forma del corsé deja al descubierto la definida clavícula y los anchos hombros de la esbelta silueta. Los brazos cubiertos por unos guantes a la altura de los codos. Las largas piernas ocultas en buena proporción por esas botas que cubren hasta unos centímetros por encima de la rodilla y parecen mayormente compuestas de terciopelo tinto con cordeles negros que se atan por la parte anterior. El pelioscuro dio media vuelta dejándole admirar lo bien que la prenda se moldea a su cuerpo, y esa mota afelpada sobre el coxis simulando el rabo de un conejo. Y por supuesto, Yunho se queda embobado también con esa diadema de orejas de conejo que de pronto le hacen pensar más en un gato travieso y en celo, así como Jaejoong le parece en numerables ocasiones al hacer el amor.

- Honey bunny… - susurra el moreno relamiéndose los labios al saborear anticipadamente el manjar que está por devorarse… - ¿Y a qué hora te quito todo el estorbo?... – Yunho preguntó lascivo, casi babeando la imagen seductora de su novio como auténtico lobo hambriento.

- tsk, le quitas lo divertido, Yunnie… - Jaejoong se apartó y caminó de regreso a la estancia. El contoneo de caderas del fino caminar dejó al moreno embobado. ¡El maldito es tan sexy!... – ven… - invitó llamándole con el movimiento de su dedo, incitándole al más puro pecado a su lado. El moreno obedeció en automático, solo un demente se negaría; corrección, un demente no habría sido invitado porque habría tomado incluso por la fuerza tan exquisito cuerpo. Pero por supuesto, Yunho no era así y definitivamente nunca permitirá que ningún loco psicópata toque de ninguna manera lo que es suyo y tanto ama… - siéntate… - el pelioscuro ordenó y él salió de sus pensamientos asesinos hacia dementes inexistentes.

Cuando Yunho se hubo sentado, el pelioscuro le siguió sentándose a horcajadas en su regazo al mismo tiempo que jala el bolso que antes había dejado ahí y dejándolo más cerca, metió una mano dentro sacando un listón rojo pasión que ató en la cabeza del moreno cubriéndole los ojos.

Yunho simplemente se dejó hacer. Y a Jaejoong le fascina la forma tan sumisa con que su novio le deja tomar el control.

- Hands up… - susurró con ese tono de voz sexy que hace que cada vello en la piel del moreno se erice, y cuando las manos del moreno subieron verticalmente, él las neutralizó con unas esposas que ancló a una cadena que cuelga del techo… - tocarás hasta que yo quiera… - le mordisqueó el lóbulo y luego su lengua se paseó por el mentón y la mejilla dejando ahí su caliente saliva…

- ¿Y cómo vas a quitarme la camisa si me esposas, eh?... – el moreno cuestionó con tono burlón, simplemente queriendo picar el orgullo de su novio que se supone tiene todo fríamente calculado para “someterle”…

- Espero que no sea tu favorita, cariño… - sonrió con diversión y frotó su trasero contra el regazo de su novio un poco, la textura esponjosa de la cola de conejo tenía el contacto directo con la erección semi-despierta del moreno y aquel cosquilleante contacto la iba despertando más y más.

- ¿Qué quieres decir con eso, JaeBoo?... – pero por respuesta recibió una sonrisa cantarina y luego escuchó el suave sonido metálico de las tijeras cuando se abren y cierran listas para cortar… - ¿vas a…?

Ni siquiera termino de formular la pregunta, su camiseta sufrió las ideas de su novio. Uno a uno cada botón fue separado a base de cortes sobre los hilos que los mantienen pegados a la tela. Y cuando la prenda se quedó atorada en sus brazos estirados hacia arriba por la cadena, Jaejoong hizo un corte alrededor de las mangas dejando la camiseta hecha trizas, y aunque aquello pudiera haber molestado a Yunho –en cualquier otra situación definitivamente habría explotado– le dejaba hacer lo que quisiera porque el estúpido sentimiento de incertidumbre y el cosquilleo por la cercanía del objeto contra su piel le provocaba un morbo extraño que lo calentaba un poco más. Y no era precisamente que se les diera eso del sadomasoquismo, ellos jugaban con muchas más barreras limitantes que despuntaban la lujuria y desfogaba toda esa pasión que les viene de personalidad.

- ¿Quieres saber por qué te vendé los ojos?... – cuestionó sin dejar ese tono sexy de su aterciopelada voz, al mismo tiempo llevó una línea imaginaria a través de pecho y el vientre hasta los pantalones con la punta metálica de las tijeras.

- Por favor amor, limitarme la erótica visión de tu figura debe tener un muy buen precio… - el moreno sonrió, aspirando el aroma del perfume de su novio en un respiro profundo que hizo enrojecer las pálidas mejillas del pelioscuro.

- Claro que lo tiene… - continuó, tan metido en su papel dominante como podía, Yunho sabe bien cómo desarmarle, y para Jaejoong siempre resulta vergonzoso que halague su cuerpo.

Espabiló el sonrojo y volvió a meter la mano en el bolso, las tijeras fueron abandonadas a un lado (por si las llega a necesitar después). Extrajo entonces uno de esos juguetes que acababan de comprarse días pasados. Si Jaejoong no recordará el entusiasmo que le burbujeó en el bajo vientre solo de imaginar a su Yunho dejándose hacer con eso.

Jaejoong movió el juguetito y éste emitió el característico sonido vibrador al encenderse alertando a Yunho acerca del posible alojo que su novio esperaba darle…

- JaeBoo, no irás a meter eso en mi…

- No todos los vbradores tienen que ir ahí, cariño… - el pelioscuro interrumpió con una sonrisita al tiempo que llevó el dichoso objeto a uno de los pezones del moreno provocándole deliciosos estremecimientos…

- nhh… Boo, no es ahhh necesario cubrirme los ahh ahh ojos… - entre gemidos suaves y espasmos de tortuoso placer, el moreno consiguió decir…

Su cuerpo se movía por cuenta propia y en respuesta a los chispazos eléctricos que atacaban su cuerpo cada que el pequeño juguete con forma de bala se paseaba alrededor de su pezón en tanto la lengua de Jaejoong lamía el contrario; arqueaba ligeramente la espalda y su entrepierna chocaba entonces contra el trasero del pelioscuro; a la vez, sus manos se agitaban ansiosas por libertad en busca de tocar y frotar o presionar, de modo que lo único que conseguía era que las cadenas se movieran haciendo ruido y sus muñecas comenzaran a enrojecer por la fricción de las esposas.

- Se siente bien, ¿no?... – el pelioscuro susurró con voz sensual, dejando que su aliento golpee la piel caliente del moreno conforme se mueve por su pecho y besa, lame y succiona otros tramos cutáneos provocándole más y más estremecimientos sin dejar de pasear el pequeño vibrador contra sus pezones.

- ahh quiero… tocarte Jaejoong mhh… - gimió encorvando algo más la espalda al sentir la fuerte succión en la clavícula al mismo tiempo que el pelioscuro presionaba su trasero contra su regazo frotando sinuosamente su entrepierna.

- Aún no, cariño… - susurra y deja constantes lamidas por su cuello hasta alcanzar su mentón y mordisquear suavemente subiendo más hasta lamer y succionar uno a uno los labios del moreno, provocándole y alejándose cada que Yunho intentaba hacerse de su boca para besarle; escuchándole gruñir y tensar los brazos tironeando inconscientemente de las cadenas sin lograr librarse.

Jaejoong ríe y se relame los labios. Sabe que Yunho se desespera y que terminará por lastimarse como no le distraiga lo suficiente. Así pues, abandonó el regazo de su novio para poder continuar con su tarea. Sus dedos hábiles se deshicieron del cinto y desabotonaron el pantalón de Yunho, cuidando de no rozar con sus manos el prominente bulto bajo la ropa interior. Bajó el zipper y en respuesta el moreno elevó la cadera facilitándole el deslice de la prenda. Jaejoong le sacó los pantalones dejándolos desordenadamente a un lado, volviendo así su atención al moreno. Apoyó la palma de su mano sobre el bulto bajo el bóxer provocándole otro temblorcito y arrancándole nuevos jadeos. Frotó suavemente varias veces sobre la forma que resalta en la ropa interior, escuchando los gemidos del moreno cada vez más altos. Sonrió complacido y entonces su lengua se paseó por la extensión dejando la huella de su saliva sobre la ropa interior.

- mhh Jaejoong quítalos… - jadeó con ansiedad, elevando la cadera en busca de mayor contacto y esperando que su petición fuera concedida, pero obteniendo solo nuevas risas sensuales de parte de su novio, que le dejaba revolverse inquieto y dando nuevas lamidas y hasta mordisquitos a ese bulto bajo la tela cuando la cadera del moreno se acercaba a su boca… - JaeBoo… - gimió en advertencia y con excitación, comenzando a odiar las benditas esposas y la venda de sus ojos.

- Mientras más quieras menos te daré… - advirtió entonces el pelioscuro paseando las puntas de sus delicados dedos por el vientre del moreno, viéndole gruñir inconforme pero guardando silencio obedeciendo a sus palabras… - así me gusta… - afirmó con tono cantarín y su boca concedió nuevas atenciones sobre el bulto, besando y lamiendo mientras nota que crece y se humedece bajo la ropa interior.

El vibrador en forma de bala es sustituido entonces por un juguete similar pero de dos extremos, el mismo tipo de forma conectada entre sí por un hilo de plástico que está a su vez conectado a un control principal. Jaejoong retomó un extremo guiándolo a los pezones de Yunho, alternando los movimientos circulares entre uno y otro; mientras que el segundo extremo terminó cuesta abajo paseándola a lo largo del erecto miembro bajo la tela, produciéndole nuevos y placenteros espasmos que agitan su cuerpo y alteran mucho más cada uno de sus sentidos.

Yunho gemía y se mordía los labios callando cada súplica por sentir más que aquellos contactos. Deseaba que su bóxer fuera retirado y la boca de Jaejoong tragara su hombría, quería sentir la húmeda cavidad succionando su carne caliente y enloqueciéndole.

- JaeBoo… - gimió descontrolado, a ése paso su novio le haría correrse dentro de sus bóxers, y él no quería para nada eso.

- shh… - le mandó callar nuevamente. Siguió paseando la punta del vibrador por el bulto, concentrándose de tanto en tanto en la cabeza del pene pues sabe que es la zona más sensible; todo sin dejar en ningún momento de estimular también los ya sensibles pezones.

La tela continuó mojándose por los fluidos que minutos después comenzó a sudar el falo de Yunho. Jaejoong dejaba caer también de su caliente saliva lamiendo el tronco. Luego decidió abandonar el vibrador a un lado y bajó la ropa interior dejándola ahí en las rodillas mientras observa la virilidad del moreno erguirse cual si estuviera orgullosa de su libertad.

Jaejoong se relamió los labios saboreándose el trozo de carne, sus dedos recorrieron el tronco casi como si estuviera remarcando las venas que inyectan con sangre la extensión, pasó salvia al saborear la rojiza cabeza del miembro, sintiendo esa punzada en su propio miembro al excitarse otro poco también.

- ahh Jaejoong ahhh… - Yunho gimió ansioso, demasiado excitado para permitir que siguiera torturándole así…

- ¿Crees que te correrías sin que te toque más?... – el pelioscuro preguntó con diversión, alejando sus dedos y observando simplemente cómo parece tensarse otro poco y sacudirse en su límite de excitación.

Yunho se revolvió inquieto intentando zafarse –sin éxito de por medio salvo irritar las muñecas–, agitó las piernas y en la inercia de sus desesperados movimientos terminó por estimularse a sí mismo provocándose más oleadas de placer que aunque aliviaban su excitación no tenían comparación con lo que Jaejoong y su boca o su entrada podrían ofrecerle. Ansiaba la estrechez de paredes húmedas y calientes que apretaran su miembro y lo succionaran hasta hacerle explotar.

- Sé lo que piensas Yunnie, sigue así y terminarás, quiero ver cómo te corres pensando en mí… - jadeó el pelioscuro sin querer despegar la mirada del miembro de su novio, vagando rápidamente la mirada por la morena piel cubierta de sudor, viéndole temblar sin dejar de agitarse entre gemidos ansiosos y gruñidos exasperados por la falta de atención; la única ayuda que le ofreció fue retirar del todo la ropa interior.

Sin embargo, Yunho lo hizo. Recurrió a sus recuerdos y evocó las sensaciones gloriosas de la boca de Jaejoong cerrándose en la punta de su pene, chupando pacientemente antes de descender hasta tragarle por completo e iniciar el vaivén de succiones, aumentando el ritmo hasta alcanzar el frenesí y hacerle sentir perdido entre oleadas de placer. Sentir todo ese calor concentrarse en el bajo vientre y las punzadas que le anuncian el final. Arqueó la espalda elevando la cadera como si así estuviese tocando la garganta del pelioscuro y descargara ahí en el fondo de su boca hasta la última gota de su esencia.

Jaejoong sonrió ampliamente con ojos lujuriosos cuando el semen de su novio se esparció por todas partes al correrse con solo su imaginación –por supuesto que él antes le había estimulado al límite– algunos rastros de la blanquecina sustancia alcanzó su rostro e incluso su cabello, la mayoría había caído sobre el sudado torso moreno y un poco más permaneció ensuciando el tronco liberado y flácido que caía sobre el bajo vientre de Yunho.

- Ha sido mucho… - el pelioscuro sonrió y serpenteó por el cuerpo de su novio pasando primero por su miembro, lamiendo unas gotas de semen de ahí y más arriba, de su torso; continuando hasta alcanzar su boca y besarle profundamente unos pocos segundos pues Yunho todavía respiraba con dificultad por su reciente orgasmo y no había suficiente oxígeno en sus pulmones… - te quitaré las esposas, pero tienes prohibido quitarte la venda todavía…

- Está bien, JaeBoo, pero quítalas que quiero tocarte… - jadeó no menos ansioso que antes. Aprovechando de besar y mordisquear esos trozos de piel caliente que advierte con certeza pertenecen al blanquecino cuello de su novio cuando queda a su alcance pues Jaejoong se ha estirado para soltar las esposas y dejarle en libertad.

- Despacio Yunnie… - ríe divertido al momento en que las fuertes manos de su novio le sujetaron los hombros empujándole de espaldas al sofá y luchando por encontrar el modo de quitarle la ropa… - tranquilo, quiero que me toques pero con calma Yunho ah… - susurró de pronto con voz aterciopelada, le sujetó el rostro y le dirigió al propio… - siénteme Yunho, mírame con los otros sentidos ya que te he privado de la vista…

El moreno asintió notando como así de pronto su corazón se agita con vehemencia y el estómago le da un vuelco invadido de mariposas y ternura. Jaejoong es sin duda sexy, seductor por naturaleza pero endemoniadamente provocativo con aquel tipo de peticiones. Si Yunho ya se volvía loco al sentirlo y verlo con los ojos, hacerlo con los demás sentidos lo iba a colapsar.

El primer sentido se disparó cuando sintió el tacto suave y caliente de los húmedos labios rojos, saboreó su interior con calma siguiendo así el ritmo de Jaejoong, detectando las reminiscencias del sabor salado de su semen que sabe exquisito en aquel dulce manjar. Enredaron sus lenguas y él pudo sentir con claridad la rugosa textura del músculo flexible que danza con su igual, continúan así por minutos, solo besándose en diferentes intensidades mientras las manos del pelioscuro van y recorren la espalda del moreno invitándole a sentir también el tacto de su piel.

Suspiran y gimen entre besos, acercan sus cuerpos y disfrutan del pleno contacto de un cuerpo desnudo contra aquel cubierto aún por prendas de cuero. Yunho retoma entonces la tarea que iniciara antes con desesperación, sus manos se han movido de nuevo en busca de cierres, botones o cintas que apartar para soltar el corsé.

- Aquí… - Jaejoong susurra contra sus labios al tiempo que se impulsa al frente hasta quedar sentado con Yunho arrodillado entre sus piernas, dirigiendo las manos de su novio a su espalda indicándole de aquel modo las cintas que debe desanudar primero.

Yunho obedece y entre besos se toma su tiempo para desanudar cada cinta, disfruta también de las caricias que su novio le entrega en el transcurso, advierte cada vello de su nuca erizarse cuando los dedos del pelioscuro acarician por ahí y se entierran entre sus cabellos.

- Puedes mirar cuando quieras, Yunnie… - le susurra al oído con su sensual voz. Y aunque el moreno conoce bien aquel tono no puede evitar pensar que ha sido diferente, casi como si cada letra hubiera alcanzado las fibras sensibles de su ser y las estremeciera cual cuerdas de un instrumento musical.

Definitivamente hay otras sensaciones cuando puede mirarle con el resto de sus sentidos y no solo la vista. Pero es sincero consigo mismo y acepta que muere por verle. Desata la venda de sus ojos y antes de que Jaejoong proteste le ha cubierto la mirada con ella.

- También quiero que sientas como yo, déjame mimarte esta vez… - el moreno explica y sonríe cuando Jaejoong permanece quieto dejándose hacer.

Yunho se toma tiempo para admirarle de nuevo. Hermoso y sexy, no hay otras palabras más acertadas y completas para describir su cuerpo. los labios entreabiertos de su novio le atraen y él no duda en inclinarse para besarle de nuevo, se memoriza otra vez cada recoveco de su boca y chupa la lengua cuando rompen el contacto. Jaejoong gime y tiembla presa de todas esas placenteras sensaciones que hacen vibrar su cuerpo. Siente las manos de Yunho acariciar sus brazos y perderse por su espalda dibujando trazos sin sentido.

- Honey bunny… - susurra lascivo cuando una de sus manos topa contra la afelpada cola de conejo en el trasero… - funny… - sonríe y masajea la zona provocándole un poco más, consciente de que el sonrojo y los jadeos son consecuencia de la morbosa acción…

- ¿Irás a cantar ahora?... – sonríe a ojos cerrados aunque de cualquier modo no podría ver.

- No, dejáremos la opción de ese juguete para los días en que no podamos vernos, JaeBoo… pero después te haré mi paso sexy de cadera… - promete y pasa sus manos por el costado tanteando la textura de cuero del corsé que aún no retira, se estremece  hace temblar a su novio cuando pasa a sus piernas y palpa directamente su piel, caliente contra caliente que eleva más la temperatura y provoca la llama del deseo. Continúa su camino cuesta abajo alcanzando entonces el muslo, los cordeles detrás de la bota son desatados por sus dedos y conforme va sacándola de la pierna él va besando la piel que va descubriendo hasta que finalmente la saca y deja caer al suelo al tiempo que chupa los dedos de su pie, provocándole algunas sonrisas.

- Es asqueroso, Yunho… - sonríe avergonzado, elevando la mirada aunque la venda continúe ahí privándole la vista.

- Es sexy, porque tú eres sexy y además tus pies están limpios, Boo… - contradice el moreno sin que la sonrisa se borre de sus labios o desapareciera el brillo encendido de sus pupilas cargadas de deseo.

Jaejoong tan sumiso es tan jodidamente violable.

El pelioscuro sonrió coqueto y bajó esa pierna al piso cuando las manos de Yunho fueron por la otra realizando la misma acción, dejándole así las piernas blancas desnudas, su nívea piel fue cubierta de besos y lamidas, de caricias que le estremecen y le hacen sentir así de especial y amado. Burbujea el deseo en cada fibra de su ser y de pronto fue consciente de lo incómodo de su miembro hinchado preso entre la parte baja de su ropa.

- Yunho ah… - suspiró llamando su atención, frotando su propia erección por encima de la ropa. No ver sí que hace sentir diferente.

- ¿Quieres que te ayude con ese problema?... – el moreno sonríe volviendo cuesta arriba con besitos cortos y caricias sinuosas, disfrutando del concierto de jadeos de su novio que se ha rendido de nuevo a las sensaciones y se vence recostado en el sofá aguardando simplemente a que lo consienta.

- mhh… - gimió cuando el moreno posó su mano sobre su entrepierna, arqueó la espalda y abrió los labios jadeando inquieto.

- JaeBoo, te compraré más trajecitos sexys como éste… - el moreno avisó con tono lujurioso, frotando su mano contra el pedazo de carne que se hincha un poco más.

- mhh Yunho… - arrancando un gemido placenteramente inquieto… - duele, quítalo ya… - jadea siendo esa vez él el alterado.

- ¿Debería ver si también te vienes solo recordando lo que te hago?... – sonrió travieso, relamiéndose los labios al contemplar el mohín de inconformidad que se dibuja en el rostro de su novio.

- ¡No te atrevas aahhh! ¡Sí!... – gimió temblando al sentir sobre su cuerpo el del moreno frotándose impúdicamente contra él.

- Te gusta, eh… - gime el moreno, enloqueciendo de placer al sentir contra su desnudez el pegajoso corsé que se ensucia con su sudor.

- ¡Sí! ¡Oh dios, duele!... – continúa gimiendo, revolviendo todo el cuerpo sumamente excitado.

Porque claro que dolía la maldita prisión del traje ejerciendo mayor presión sobre su falo inyectado de sangre hasta el límite; pero la fricción del miembro de Yunho y su casi salvaje ritmo le tenían en algún punto de placer exquisitamente tortuoso.

- Te succionaría rápido y fuerte, te tragaría hasta el fondo de mi garganta y dejaría que sientas mi boca caliente rodeándote por completo… - Yunho jadeaba con voz ronca en tanto se impulsa y golpea y frota su miembro contra el de Jaejoong, que sonrojado de placer y vergüenza (en tal punto básicamente placer) gemía alto y arañaba la espalda de su novio por mero instinto, sujetarse o caer en ese vertiginoso torbellino de gozo… - mhhh te ahhh te chuparía la punta y nhh ¡god! Quiero metértela hasta el fondo Jae ¡mhh!

- ahhh haz… nhh hazlo Yunho… métemela ¡mhhh!... – el pelioscuro acepta y provoca, echa la cabeza hacia atrás y araña con más fuerza la espalda morena cuando siente esas punzadas que amenazan con arrastrarlo a su orgasmo…

Yunho le besó entonces con frenesí, apartándose y desnudándole con prisas. ¡Al diablo el corsé! ¡Le estorba! La erección de ambos chicos estaba en su máxima expresión de excitación. Y Jaejoong solo quería ser uno con su novio, por lo que sin esperar más abrió sus piernas invitándole al pecado, chupó dos de sus dedos y los llevó a su entrada mostrándole así su rosado anillo contraído. Presionó el primer dígito y se mordía al mismo tiempo uno de la mano libre, chupando y jadeando sin parar, consciente de que con los ojos vendados cada sensación sigue siendo infinitamente mayor. Yunho volvió su atención por un segundo al bolso que estaba usando Jaejoong para usar sus juguetes, extrajo de ahí uno nuevo para usarlo en su novio, asegurándose de llenarlo de lubricante antes.

- ¡Yunho!... – el pelioscuro arqueó la espalda totalmente tomado por sorpresa cuando el moreno le apartó su mano de su intimidad y sustituyó el dígito que él apenas había comenzado a mover dentro y fuera por aquel vibrador compuesto de cuatro bolas chinas… - ¡nhh ohhh!... – gimiendo sumamente alterado aunque apenas la primer bola se había hecho camino a través de su ano.

Después de tanto jugueteo y roce, el nivel de excitación de Jaejoong estaba por las nubes, como Yunho continuara así efectivamente se correría antes de sentir a su novio dentro. El moreno casi babeaba por tal imagen erótica. Su novio sudado temblando de placer, gimiendo y luchando por contener su orgasmo era simplemente perfecto.

Yunho empujó un poco más metiendo así la segunda bola, y Jaejoong se arqueó estrepitosamente gimiendo tan alto que el moreno creyó que se correría, pero no fue así, el miembro del pelioscuro sudaba ya sin embargo el líquido presemen. Entonces Yunho volvió a meter su mano libre en el bolso, sacando de ahí un anillo genital que colocó en la base de Jaejoong.

- nhh Yunho no ¡oh por dios!... – gimiendo sin control cuando una tercera bola se hizo espacio dentro de su ano, que se contraía y dilataba en consecuencia de aquellas invasiones proporcionándole tales corrientes de placer que simplemente podía sofocarse y sentir que muere de gozo.

El dolor ante la necesidad de correrse aunado al placer también doloroso de aquella preparación apresurada con las bolas chinas le estaba mandando a la gloria. Y él aceptaba que era sus momentos de intenso masoquismo como de sadismo por parte de su novio moreno que parecía disfrutar verle ahí desesperado y sumergido en placer.

Sin embargo, Yunho también estaba en sus límites, por lo que no continuó demasiado con aquel jueguito. Y antes siquiera de introducir la cuarta bola, el moreno sacó las otras tres con movimientos circulares, viendo cómo el ano se expandía y contraía cada que una abandonaba aquel espacio estrecho. Las lanzó por ahí a un lado y perfiló su hombría en la entrada…

- ¡mhhh Boo!... – gimiendo entre adolorido y seducido por la dolorosa sensación de vértigo que penetrarle le proporcionaba.

- ¡Yun…nhhhooh! – agitó los brazos con desespero al sentir la penetración. Dolía porque se sentía como si el pene fuera de metal y ardiera al rojo vivo. Pero al mismo tiempo, le encantaba.

El moreno se afianzó entonces a las caderas de su novio, iniciando sin esperar a nada, el delicioso vaivén frenético de embestidas. Jaejoong se abrazó con fuerza a su espalda y enredó sus piernas alrededor de la cintura de Yunho, gimiendo ambos en el oído del otro, tragados por el vórtice de tal tornado de emociones, de placer y lujuria, cayendo así al abismo de su unión. Tocando el cielo con la punta de los dedos sin querer soltarse y caer a la realidad, abrazando el orgasmo con ansia y emoción.

Ellos lo sabían, que no iban a aguantar demasiado sumidos en aquella danza candente de estocadas porque la previa excitación había sido demasiado. Por eso Jaejoong se sacó finalmente la venda de los ojos para admirar las facciones gozosas de su novio tras cada penetración. También para besarle intermitentemente mientras cuela una mano entre sus cuerpos y aparta el maldito anillo de su pene sintiendo la deliciosa punzada de placer cuando por fin alcanzó el éxtasis al mismo tiempo que Yunho tocó el punto más sensible de su intimidad arrastrándolo al orgasmo que también el moreno acogió derramando su semilla en su interior y llenándole por completo.

Cayeron agotados, Yunho sobre Jaejoong en el sofá. Nada en sus cuerpos estaba tranquilo, pero la felicidad de hacer el amor de aquel modo tan divertido y salvaje, lo valía todo. Total, unos minutitos y todo volvería a la normalidad.

- Te has pasado Yunnie, me has torturado más de lo que yo te hice… - renegó entonces con esos pucheros que se veían exquisitamente tentadores…

- Te equivocas JaeBoo, no hay peor tortura que atarme e impedirme mirarte… - contravino besándole ese puchero y cargándole en brazos porque era momento de ducharse…

- No es verdad… - y mientras Jaejoong continuaba renegando argumentando cosas a su favor, Yunho se las ingenió para llevar consigo el bolso porque aún había un par de cosas por ahí que usar en la ducha.

Y más tarde, mientras descansaran abrazados entre besos y caricias tiernas, Jaejoong le recordaría a Yunho que tiene un cupón de descuento que usar en su próxima visita a la sexshop.

**FIN**

PD. Esta fue mi versión del YooSu que Maki escribió para el aniversario del blog :3