YooSu Drabble

Título: FEAR

Autora: Felina

Pareja: YooSu

Género: Romance

FEAR

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Él no podía evitarlo, realmente no. Y odiaba ese pensamiento que le hace sentir débil y preocupado por el futuro de su noviazgo.

Suspiró nuevamente y dejó vagar sus dedos por el teclado del piano en el departamento de su novio sin conseguir una nota con sentido. Estaba ahí esperándole desde hace una hora, y a cada minuto que pasaba más inquieto se sentía. Quizá no llegaría, últimamente faltaba a menudo a sus citas. El drama le tenía ocupado, absorbiendo cada segundo de su tiempo, dejándole a él a un lado.

Pero en el fondo no le culpa, después de todo él también ha estado ocupado, aunque esos días desde que terminara su participación en Elizabeth ha procurado tener todo el tiempo posible para su novio.

Junsu cerró los ojos y bajó la cubierta del teclado dando luego una mirada a las partituras que están sobre el piano. Esa es la canción del OST del drama que él interpreta, y se siente extraño. Hay algo en la letra que le hace sentir identificado y aquello solo consigue atormentarle un poco más.

- Hey… - la voz del pelinegro atrajo su atención, y esa mirada chocolate que muestra angustia y desazón… - lamento llegar tarde… - se justifica y camina hasta tomar lugar en el banquillo a lado de su novio… - Junsu… - le llama luego de minutos de abrumador silencio.

- He visto todos los episodios del drama, lo has hecho muy bien, tu actuación es excelente…

- No quiero hablar del drama, vine para pasar tiempo contigo… - murmuró buscando la mano de su novio, sintiéndole temblar a su contacto, pero entrelazando aún así sus dedos con los ajenos… - Junsu ah, qué sucede…

- Te llevas muy bien con tus compañeros, pareces entenderte de maravilla con Ella… - murmuró sin hacer nada por ocultar el tono triste de su voz, apartando su mano del agarre, sintiendo como si una grieta se abriera en su corazón cuando advierte que el pelinegro no hace nada para evitar aquella separación y tarda en decir algo…

- Es verdad, pero es solo por amistad, no tienes que comenzar a hacerte ideas absurdas, Junsu… - el pelinegro atajó con un poco de molestia. No le gustaba que el rubio dudara de la honestidad de sus sentimientos…

- Lo siento, pero es que no puedo evitar sentir éste miedo, Yoochun… - gimoteó cubriéndose el rostro con las manos. Él sabe que es tonto, que está actuando infantilmente, como si tuviera un motivo de verdad para dudar…

- ¿Es que no te he dicho lo suficiente que Te Amo, Su? ¿No te lo he demostrado con claridad?... – cuestionó sujetando una de las manos de su novio, descubriendo nuevamente su rostro, viendo esos ojos acuosos mirándole con angustia… - Junsu ah, no tienes que tener miedo, Te Amo, estoy enamorado de ti y no es que mis ojos tengan intención de mirar a nadie más que tú…

- He visto cómo le miras, cómo le abrazas… cómo le has besado… - murmuró escuchando su voz quebrarse… Odia ser tan débil.

- Sólo es actuación… - trata de convencerle, viendo esos labios contraídos en una mueca desesperada de angustia, temblando de… no lo sabe, realmente no… - Junsu ah, Te Amo… - era todo cuanto podía decir, abrazándole con fuerza, sintiendo la humedad de esas lágrimas que finalmente resbalan.

- Y yo a ti, Yoochun ah… - gimotea aferrándose al abrazo… - ¡Lo siento por tener miedo!

- Lo siento por no poder hacerte sentir seguro… - suspiró contra la sien del rubio, besándole el pelo y luchando contra su propio llanto. La impotencia de no saber qué mas hacer o decir para hacerle ver y sentir que su corazón es enteramente suyo…

- Sólo abrázame así… abrázame así siempre… - porque es ahí entre sus brazos, sintiendo su calor y el golpeteo intranquilo de sus corazones latiendo al unísono, donde encuentra la seguridad suficiente para saber que sí…

Que Yoochun le ama.

Que Yoochun le protege.

Que Yoochun solo tiene ojos y amor para él.

Porque cuando sus brazos le abandonan, cuando pasan días sin sentir su calor envolverle; él se siente vacío, débil y temeroso.

Temeroso de que el tiempo que transcurre conviviendo con aquella mujer que parece perfecta para él, le abra los ojos y le aparte de su lado.

No es que se le pueda culpar por aquel temor. Son dos hombres viviendo una relación prácticamente desde su adolescencia cuando se conocieron, ocultándose siempre, yendo por la vida con un montón de secretos sobre los tiempos que pasan juntos, y lo que hacen en ellos. Sabiendo que tarde o temprano las circunstancias de la vida les orillarían a renunciar a ése amor. Porque sus madres han comenzado a decirlo, que pronto deberán casarse y formar una familia.

Una familia que no puede tener con Yoochun.

Pero que tampoco desea con nadie más.

Y a veces se pregunta si es que Yoochun pensará en ello también. Si ese amor que le tiene podrá de verdad durar para toda la vida.

- Abrázame así siempre… - repite besándole una mejilla y volviendo a refugiarse en su cuello…

- Tenlo por seguro… - sonríe apartándole un poco para limpiar esas mejillas bañadas de llanto, mirándole con ese cariño que solo tiene para él.

Consciente de que aquel gesto tal vez no es suficiente. Que mientras más maduran, los obstáculos se hacen más evidentes y pesados, como toneladas de carga que caen sobre sus hombros y amenazan con quebrantar su voluntad y debilitar su amor.

Pero es ahí donde radica toda su fuerza. Porque aunque sea duro y a veces le decepcione, quiere seguir ahí; perdido en ese abrazo cálido y necesitado con Junsu, con el amor de su vida, a quien no está dispuesto a renunciar así tenga que ir contra el destino mismo.

- Te Amo, Junsu ah… - estar ahí…

Para repetir con toda la convicción que viene de su corazón y de su alma, esas palabras que engloban todos esos sentimientos que a veces carecen de nombre, que resultan avasalladores e imposibles de describir.

Todo eso que da vida y forma a sus canciones. Porque siempre, siempre va a amarle aunque haya días en los que la oscuridad y las dudas se ciernan sobre ellos.

- Perdóname Yoochun. Por tener que escuchar cada vez más a menudo que me amas, por depender tanto de tu compañía y tambalearme cuando no estás… - expone con sinceridad aquella lucha interna de sensaciones que se arremolinan en su interior y parecen capaces de cobrar la fuerza de un tornado devastando todo en su mente.

- Está bien, Junsu ah… - acaricia de nuevo esas mejillas que se tinturan de un ligero rubor que sabe nace por causa de esa mirada cariñosa que sus ojos negros le dedican… - porque también dependo de ti, porque muero de celos cuando no estás a mi lado y sé que sonríes con otros, que son esos otros los que pueden admirar esos detalles que yo me pierdo aunque llegues a ser el mismo cuando vuelves a mi lado. No eres el único que tiene miedo, Junsu; porque en ésta relación estamos los dos, juntos; y sé que esto hasta cierto punto es normal, porque somos hombres y la sociedad no lo aceptaría, aunque tenemos fans que morirían por saberlo… - intenta bromear tratando de quitarle algo de tensión al ambiente, sonriendo en respuesta a esa sonrisa del rubio que reconoce sincera… - sé que en nuestra situación no es fácil ser novios, sé que no te gusta que actúe, tampoco me gusta que lo hagas; o me relacione con chicas porque temes perderme, y también temo perderte cuando conoces a otra gente; después de todo no es que sea gay, solo Te Amo a ti… - aquellas palabras disiparon otro poco los miedos del rubio ampliando su sonrisa… - eres hermoso, Junsu; perfecto a los ojos de cualquiera; también temo perderte, que veas que no soy el hombre ideal o qué se yo…

- Eres mi hombre ideal, Yoochun ah… - sonríe contento, lleno de convicción, emocionado como si fuera la primera vez que el pelinegro le habla de fragilidades y amor… - Te Amo… - suspira y es él quien busca aquel dulce contacto de un beso.

Un beso que le es entregado con devoción, con suma dulzura, con la esperanza cada vez renovada de que está bien. De que a pesar de que no puedan decirle al mundo que se aman y están juntos, de que a pesar de que el futuro para ellos llega a ser incierto; todavía están dispuestos a amarse.

Amarse y esperar que el eternamente sea tan real que les corte la respiración como sucede con cada beso, con cada caricia, con cada mirada. Con cada entrega cuando hacen el amor.

Porque así, en las buenas, las malas y las peores, es como realmente se ama.

**FIN**