Oneshot YooSu *q*

Es solo una probada de todo lo que pasó por mi mente xD entre que la familia no me dejaba alocarme como se debía y que estoy reservando la perversión más pura para trabajar en un shot con Axy xD esto ha sido lo que mejor pude escribir en la última hora con algo de coherencia ;D

Título: POSESIVO

Autora: Felina

Pareja: YooSu

Género: Romance

Clasificación: NC-18

Advertencia: Lemon

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POSESIVO

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Park Yoochun acepta que es un celoso empedernido incapaz de controlar su sentido posesivo cuando de Kim Junsu –su novio, por supuesto– se trata. Estaba ahí, controlando apenas su impulso a destrozar todo cuanto tuviera a su alcance, escuchando los comentarios complacidos de chicos y chicas por todos lados.

- Es inútil, por hoy cancelamos las grabaciones, pueden todos ir a sus casas… o a donde quiera que quieran irse; después de todo hemos avanzado suficiente y es más de medianoche ya… - habían sido las indicaciones del director y en minutos todos comenzaban a marcharse sin dejar de lado el tema principal del día.

TARANTALLEGRA. Y por ende: XIA.

Su Junsu. En boca de todos.

Yoochun fue el primero en salir de ahí con un solo rumbo definido. Cuando subió a su auto marcó al móvil del rubio…

- Yoochunnie~

- ¿Dónde estás?... – el pelinegro cuestionó con tono áspero…

- Por ahí… - el rubio le respondió anticipando el mal humor de su novio… - déjame adivinar, has visto el MV completo y estás celoso…

- Así es, estoy celoso, mucho. Voy a tu departamento, así que espero encontrarte allá…

- Pues tal vez llegue tarde… - el rubio respondió para inmediatamente colgar la llamada mientras forma un curioso mohín de molestia. Aunque al segundo se formó una sonrisita divertida en sus rosados labios…

Yoochun lanzó su móvil al asiento del copiloto y aceleró rumbo al departamento de su novio, maldiciendo a diestra y siniestra el hecho de encontrarse una u otra cosa de TARANTALLEGRA por todo su camino. Es que el destino estaba ensañado con él, o qué.

Estacionó el auto y subió con prisas hasta el departamento del rubio, no extrañándole demasiado que en verdad no estuviera ahí. Encendió la portátil y fue directo al canal oficial del trío. Le puso pause sin siquiera mirar el MV. No pensaba hacerlo hasta que Junsu estuviera ahí, y poder descargar todos los celos contenidos que se agolpan en su pecho enfurecido, y es que realmente no ha visto el video –su fuerza de voluntad lo consiguió en el set, pero no estaba seguro de que aguantara mucho más si su novio tardaba en llegar–

Fue a la cocina y tomó de la nevera una lata de cerveza –mismas que él se encargaba de tener siempre porque si por Junsu fuera, no habría ni pizca de alcohol o licor en el departamento, y en ocasiones como esa, es altamente necesario consumir algo que le ayude a controlar sus nervios (o lo que es lo mismo, sus celos)–. Volvió a la estancia y se sentó en un sofá dando el primero sorbo, largo, a la lata de cerveza; el agrio sabor se perdió en su garganta y el frescor del líquido calmó un poco todo ese ardor que le tenía algo tonto y enojado.

- Junsu juega con mi autocontrol y voluntad…– gruñó dando otro sorbo, notando cómo demasiado pronto parece que el contenido se irá directo a su estómago… - ¡Fuck! Dónde demonios andará metido… - se levantó y anduvo por la estancia caminando de aquí para allá sin sentido alguno, terminándose la cerveza al poco rato y yendo por otra lata a la cocina. Dirigiéndose entonces a la habitación de su novio, sofocándose en calor cuando vio todas esas fotos sobre la cama de un Junsu vestido con cada uno de los trajes que usara para el MV en poses demasiado, demasiado seductoras como para no sentir calor y unas ganas enormes de violarlo… - ¡Un momento! ¿Quién sería el imbécil que se atrevió a tomarle esas fotos a MI novio?... – gruñó nuevamente y con prisas sacó su móvil marcando nuevamente al rubio… - Kim Junsu, voy a matarte… - amenazó entre dientes cuando la llamada recibió tan solo la respuesta del buzón de voz. Claro que, matarle implicaba muchos besos, caricias, pasión, calor… y sexo duro.

Después de cuatro latas de cerveza, muchos intentos frustrados de llamada, mensajes sin contestar y más de dos horas de espera; Junsu finalmente llegó a su departamento. Llevaba una gabardina oscura cubriendo su cuerpo, y esa mirada provocativa que encendió los sentidos de ese Yoochun que apresura los pasos a su encuentro empotrándole en un abrir y cerrar de ojos contra la puerta dirigiéndole una mirada llena de celos y reclamos…

- Llegas tarde…

- Te dije que lo haría… - el rubio sonrió con calma, dejándose acorralar sin poner el mínimo de resistencia, notando el aliento a cerveza y el calor abrasador de su novio envolviéndole.

- ¿Dónde estabas?... – el pelinegro preguntó pegándose más a su novio, sintiéndole estremecer del mismo modo que se estremeció él apenas sus caderas se rozaron indecentemente…

- Por ahí…

- ¡Dónde!... – cuestionó con cierto tono amenazante…

- No te pongas celoso, no te estaba engañando con nadie Chun… - responde con seguridad, entrelazando sus manos tras el cuello de su novio, mirándole con deseo, haciéndole notar que él también ha estado necesitado de su contacto, pero que no está dispuesto a obedecerle como si tuviera algún derecho sobre su persona. Oh bien, se pertenecen, pero Junsu andaba en plan rebelde en aquella relación, haciendo todas esas cosas que sabe no le gustan a su novio.

- Vamos a ver ese maldito video… - gruñó de mala gana, besándole con pasión antes siquiera de que el rubio comprendiera el significado de aquellas palabras…

El beso duró bastante, y es que Yoochun apenas se separaba un poco para tomar un respiro que le permitiera volver a besar esos labios que se entregan y se dejan hacer casi sumisamente. Junsu estaba encantado, le gustaba la adrenalina y la pasión que el pelinegro le entrega cuando los celos le carcomen las entrañas y desea marcarle hasta los pulmones con aquellos besos que le ponen algo bobo, quizá también tenía que ver ese sabor a cerveza que de algún modo solo le agradaba cuando era la boca del pelinegro la que se la compartía; tal vez le embriagaba así. La lengua del pelinegro le rozó el paladar insistentemente mientras se enredaba con su igual y le hacía sentir ahogarse en esa sensación erótica de compartir el aliento, la saliva, el calor del deseo, la lujuria; en algo tan sublime como un beso.

- Let´s go… - susurró ronco contra su boca para luego arrastrarlo hasta el comedor, sobre la mesa descansaba la portátil. Y por primera vez en horas, Yoochun pudo presenciar con sus ojos negros aquel video… - TARANTALLEGRA es más que un hechizo para bailar incontrolablemente, estás embrujando al mundo para idolatrar tu sensualidad y la belleza de tu cuerpo… - dijo con tono embelesado sin que sus ojos se despegaran del monitor, pero con Junsu sentado en su regazo, abrazando posesivamente la delgada cintura, presionando sus francos dedos sobre la gruesa tela de la gabardina que aún lleva el rubio…

- ¿Te está gustando?... – el rubio preguntó meloso, llevando su boca al cuello del pelinegro, besándole con calma.

- No me distraigas, te estoy viendo… - jadeó haciendo apenas a un lado su cuello dejándole más espacio para besar, contradiciéndose a sí mismo pero indispuesto a dejar pasar la oportunidad de que su novio le mime de aquella manera… - Te tocan demasiado… - gruñó cuando al 01:07 minutos vio demasiadas manos restregándose contra el pecho de su novio…

- No siento nada cuando me tocan otras manos que no son las tuyas… - asegura con tono seductor, paseando su lengua a lo largo del cuello…

- ¿Cuando otros te tocan?... – gruñe más alto fulminando con la mirada a esos bailarines (tanto chicos como chicas) que se mueven a su alrededor…

- Solo es por trabajo, no es que me toquen por otra razón, o que yo quiera que lo haga… - consuela mientras sus labios se deslizan más abajo, hasta esas porciones de piel que sus manos inquietas van descubriendo sobre los hombros y la clavícula…

- ¡Oh my god!, eres hermosa como chica… - señaló al contemplar esos pocos segundos de aquella castaña con un efecto en sus ojos que le hacen lucir algo gatunos y atrayentes… - ¡nhh!... – gimiendo ligeramente adolorido cuando sintió los dientes del rubio enterrarse en su hombro… - ¿Te pones celoso de ti mismo en versión femenina?

- Sabes que no me gusta que insinúes que sería mejor si tu novio fuera una novia… - indica con tono celoso, repasando con su lengua la marca rojiza que sus dientes dejaron sobre la piel de su novio…

- Sabes que no me gusta que vayas siendo tan sexy, y de todas maneras lo haces… - se defiende recibiendo esa vez él un gruñido inconforme por parte de su novio… - ¿Tenías que enseñar tanto?... – finalmente había llegado a esas escenas donde sale con aquella chaqueta que deja completamente al descubierto todo su torso y pecho… - maldición, ¿te tocan todos?

- Que sepas que no lo disfruté… - asegura con una sonrisita lamiendo una mejilla sin que su novio despegue aún la vista del monitor, cuya mirada se endurece con enojo cuando la escena se puso más candente con esas chicas acariciándole por todas partes…

- Por cierto, ¿Quién te tomó todas esas fotos que están sobre tu cama?... – recordó cuando vio a los bailarines con cámaras enfocando diferentes ángulos del rubio… pero todavía continuaba pegado al monitor, presionando instintivamente la cintura de su novio al ver aquellos segundos tan tortuosamente sexys, explosivos en baile, en sensualidad, en talento, belleza física, perfección artística…

- ¿Has entrado a mi habitación sin mí?... – sonríe consciente de que faltan unos pocos segundos para que el MV termine…

- Respóndeme… - exige con tono ronco, fuerte, molesto, excitado…

- Es lo de menos, las tomé pensando en ti, y son únicas eh… - sonríe sexy, gimiendo sorprendido cuando Yoochun le toma el mentón con algo de brusquedad y topa sus labios besándole con mucha más pasión que antes.

En segundos Junsu se supo recargado en la mesa, escuchó apenas un oído sordo que asume se debe al caer de la portátil sobre el piso. Compadeció al aparato pero no pudo hacer nada por defenderlo siendo que el pelinegro le besaba una y otra vez sin dejarle pensar con claridad, seguro de que así o en peores circunstancias se encuentra su novio.

- nhh Yoochun… Chun, ¿vamos a hacerlo aquí?... – cuestiona con poca coherencia, sintiéndose algo mareado entre tantos besos y esas caricias ansiosas que se van deshaciendo de los botones de su gabardina…

- En efecto, aquí y ahora, de momento… - gruñe mordisqueando los rosados labios llenos de humedad. De su saliva, porque entre besos no deja de lamerlos… - TARANTALLEGRA es perfecto, como tú… - halaga repartiendo besos por el delgado y largo cuello del rubio… - me encantaste con cada traje, aunque muestras demasiado con algunos… - finalmente le sacó la gabardina, gruñendo entre celoso y excitado cuando descubrió que justamente llevaba aquella prenda oscura que encima deja al descubierto sus hombros y parte de la espalda… - como éste… - le besó de nuevo mordiendo el huesito de la clavícula…

- nhh Chun… - escuchándole jadear y sintiéndole estremecerse, pasó sus manos por debajo de la prenda subiéndola sugestivamente para contemplar el vientre…

- mostraste tu torso… - señaló acariciando los pectorales, delineando esa delgada tira de vello bajo el ombligo y atravesando el vientre mucho más abajo, dejando una estela de pasión con saliva al dejar que sus labios y su lengua marquen aquellas porciones de piel… - tu pecho… - subiendo de nuevo por los mismos espacios, dejando de momento el enorme interés de haber llegado hasta su miembro y succionarlo. Concentrándose en los pezones, endureciéndolos con su aliento caliente, con su lengua rugosa, con sus labios mojados… subiendo un poco más hasta la clavícula, succionando un trozo de piel a la derecha y a la izquierda, marcando las zonas con su peculiar huella de pasión… - los hombros tan sexys… - dijo repartiendo besos y alguna que otra lamida por aquella extensión marcada… - tu espalda… - dándole media vuelta y pegando descaradamente su cadera al trasero del rubio dejándole sentir su entrepierna hinchada… - ¡I hate it when you're too sexy to the world!...

- q…qué… - pregunta medio aturdido pues los dedos del pelinegro recorriendo su espalda le distraen demasiado, y aún más el tono ronco cargado de deseo que Yoochun emplea hablándole al oído…

- ¡Fuck, clearly too sexy!

- De…deja de hablarme en inglés nhh… - jadea aturdido por aquellas caricias y es que el tacto de su novio ardía sobre su piel…

- Deja de ser tan sexy a los ojos del mundo… - negocia agitando su cadera contra el trasero del rubio estimulándose de aquel modo, aliviando tan solo un poco la tensión del calor sofocante que le abrasa la piel…

- Sabes… que aunque el mundo me vea, lo mejor de mí solo es tuyo… - gime entre temblorcitos de deseo, disfrutando al máximo de las caricias, de los besos en su nuca, de los que recorren su columna cuando la prenda es retirada de su cuerpo y es abandonada en el respaldo de una de las sillas del comedor…

- Voy a hacértelo ahora, tan duro que no podrás moverte mañana… - gimió al oído del rubio, acariciándole los glúteos por encima del pantalón de cuero negro que se entalla a su envidiable figura.

- Tengo presentaciones próximas, Yoochun ah… - jadea incapaz de oponerse cuando sus pantalones son bajados con ansiedad llevándose consigo su ropa interior…

- Debiste pensarlo antes de hacer ese video tan provocativo, ¿Tienes idea de la clase de comentarios que llovieron desde que salió completo?...

- Nhh… solo, quise mostrar algo diferente…

- También te voy a dar diferente… - masajea su propio miembro con una de sus manos, gimiendo al sentir las corrientes eléctricas viajar por su espalda debido al nivel de excitación que alcanzó en esos minutos desde que estaba viendo el MV…

- No te pongas tan salvaje, recuerda que soy tu tierno novio… - sonríe dejándose hacer, demasiado caliente como para detener cualquier cosa que su novio quiera hacerle...

- Te Amo, Junsu ah… - susurra en su oído mordiendo el lóbulo mientras frota su miembro entre los glúteos de su novio… - pero verte así en TARANTALLEGRA ha destruido mis nervios y declinado todo autocontrol posible, toma la responsabilidad de tus actos, baby… - insiste en mordisquear aquí y allá palmos de piel desnuda, sudada, ardiente.

Y es que son ambos cuerpos febriles los que se entregan sumisamente al deseo, a la lujuria, a las ganas de fundirse en uno sin importar más nada. Yoochun llena de saliva sus dedos y dirige uno de ellos a la entrada del rubio presionando la yema, notando con gratitud que aquel anillo relajado le recibe con agrado, animado e instado por ese ardor en el pecho –los celos– que todavía no le deja en paz, agregó el segundo dígito embistiendo sus dedos en el estrecho pasaje, tan solo un poco pues su libido se disparó en proporciones increíbles cuando los gemidos de Junsu resonaron en el comedor con demasiado sensualidad…

- ¿no ibas a darme duro? – le provoca moviendo sus caderas adelante y atrás autoembistiéndose con los dígitos de su novio.

- No debiste desmoronar el poco autocontrol que había acumulado, baby… - susurra con tono sexy y reemplaza sus dígitos por su erecto miembro. El trozo de carne caliente se enterró de una y sin piedad en su pasaje…

- ¡Mhhh!... – gimió medio adolorido, pero lo suficientemente excitado como para soportar la penetración, y esas embestidas que comienzan rápidas y profundas, salvajes estocadas que tocan cada vez el punto sensible de su interior… - ahhh, ahh así Chun, párteme en dos… - gimotea ahogándose en placer, moviendo sus caderas al acelerado y frenético ritmo de su novio…

- nhh mhhh, ahh baby… - responde con gemidos intensos igualados al placer quemante que le recorre el febril cuerpo… sujeta con firmeza los costados de la cadera del rubio, sus uñas se entierran casi involuntariamente sobre la piel mientras se ancla a ella y toma impulso para embestir rudamente…

- más Chun, más… - pide con la voz aguda ahogada en placer, siguiendo los movimientos que el pelinegro impone, dejándose hacer cuando una de sus piernas es tomada e instada a colocarse sobre el borde de la mesa, de modo que aquel ángulo le permita más profundidad al miembro caliente de su novio.

Junsu sentía que un tubo ardiente se enterraba una y otra vez en su cavidad, gemía y temblaba de placer, las corrientes eléctricas viajando por todo su cuerpo no le dejaban tiempo para más nada que el disfrute. Yoochun soltó la cintura unos instantes, las palmas de sus manos se ensañaron varias veces con los glúteos firmes de su novio, estaba algo molesto por el sexy video y era ése su modo de castigarle por aquello. La piel quedó enrojecida y al pelinegro le extrañó que el rubio no se quejara por aquel atrevimiento, sabe que no le gusta en absoluto aquél tipo de trato, así que asumió que su novio estaba aceptando su castigo regalándole en lugar de reclamos gemidos impúdicos que estaban concentrando demasiado rápido el calor en su bajo vientre.

- ¿Pensabas en mí mientras ponías esas expresiones de sensualidad? – cuestiona entre gemidos volviendo a anclar sus manos a la cadera del rubio, sudando y temblando de placer a cada roce de su erección en aquel caliente pasaje que comprime su falo cuando se encuentra totalmente dentro…

- Claro que sí… - responde medio aturdido, luchando por controlar el calor sofocante que le quema el interior, no quiere terminar tan pronto y por eso es que no se ha tocado, aunque su erección choque cada tanto contra el borde de la mesa…

Luego de pronto Yoochun abandonó su interior, le besó la nuca y recorrió con su lengua a lo largo la columna vertebral, introduciéndola finalmente en el dilatado anillo, jugueteando dentro saboreando su presemen impregnado en aquel pasaje. Junsu se retorcía de placer y gimoteaba sumido en aquel sofocante calor, en unos segundos la situación cambió, terminó totalmente arriba del comedor, a gatas sobre la tabula rasa con la lengua del pelinegro arremetiendo con gula su interior. La nariz de Yoochun le provocaba sensaciones excitantes, su respiración le golpeaba la sensible piel y todo se volvía algo más caliente, más nubloso y sofocante. Además, las manos de su novio le acariciaban los muslos, se paseaban por su cuerpo del modo que podían, pasando a lado de su erecto miembro, sujetándole al final con firmeza arrancándole un sonoro gemido de placer.

- ¡ahh!... – gimió una y otra vez cuando los dedos del pelinegro jugaron con su punta al tiempo que su lengua continuaba embistiendo su pasaje…

Se iba a correr y todavía no quería. Quiso detener a Yoochun, pero era imposible, entre gemidos y oleadas de placer no había modo de que formara una frase coherente para comunicarle. Un instante después se supo de espaldas sobre la tabula rasa, el pelinegro se instaló nuevamente entre sus piernas y abriéndolas a la vez que las elevaba, le penetró de nuevo con fuerza…

- ¡Chun!... – gimió abriendo los ojos extasiado en placer al sentir el miembro de su novio tocar profundo en su interior. Muy profundo.

- Solo yo puedo tenerte así, Junsu… - gimió con su característica voz ronca y seductora, inclinándose sobre el cuerpo del rubio dejando que sea él quien enreda sus piernas en torno a su cintura…

Continuando de aquel modo las embestidas certeras, rápidas, profundas, frenéticas. Ambos cuerpos sudando cual si estuvieran rodeados de fuego. Junsu no sabía dónde posar sus manos, en momentos se deslizaban sobre la tabula rasa con desespero, pero pronto terminaban sobre los omóplatos de Yoochun arañándole entre gemidos, marcándole la espalda. Ambos se sentían perdidos en aquella nube de deseo y lujuria, el roce de sus cuerpos estimulaba la erección del rubio en tanto la del pelinegro se sumergía en las profundidades estrechas de su ano. Eso era sexo ardiente, era una muestra instintiva del amor en su más banal expresión pero no menos significativa.

Sumidos en aquella lujuria, el orgasmo les alcanzó con prontitud sacudiendo sus cuerpos en exquisitos espasmos de placer. Yoochun se quedó dentro de Junsu luego de que su semen le inundara y de que la semilla del rubio hubiera manchado sus torsos. Sin embargo, esa era tan solo la primera ronda y la más tierna.

- Todavía tengo que castigarte por usar esos trajes tan sugestivos…

- Oh, yo quería mostrártelos ahora en exclusiva… - el rubio sonrío con esa sensualidad que lo hizo ante las cámaras para el MV de TARANTALLEGRA…

- ¡Fuck! Todavía me pregunto cuándo fue que mi novio tierno de sonrisa de ángel se transformó en éste pequeño demonio sexy que tengo entre mis brazos… - le devolvió la sonrisa e irguiéndose sin abandonar el interior del rubio le cargó por el trasero para llevarle directo a la habitación…

- La transformación comenzó cuando dejé de ser un chiquillo y vi a mi novio actuar demasiado con chicas… - respondió de camino a su habitación, mordiendo la unión de cuello y hombro con recelo…

- ¿Celoso?... – preguntó con cierto tono de burla al tiempo que le deja sobre la cama entre aquellas fotografías que el pelinegro apartó a las justas para que no las aplastara o se fueran a llenar de sus humores impregnados en el sudor de sus cuerpos…

- No tanto como tú… - le sonríe y le atrae siendo esa vez él quien besa a su novio con pasión y se mueve dejándole sentado sobre el colchón, él sobre su cadera… - la segunda ronda y luego la pasarela de moda… - dice sugestivamente y comienza a subir y bajar sobre el regazo del pelinegro, su recientemente liberado miembro comenzó a cobrar nuevamente vida…

Por supuesto que sí, están más que listos para una segunda vuelta. Luego Junsu planea bailarle y cantarle en la exclusiva más íntima y única para Yoochun. Y quizá, solo quizá, su trasero no se lo reclame al día siguiente.

Y es que TARANTALLEGRA había conseguido su principal objetivo.

Provocar a Park Yoochun para que le marque toda la noche sin parar.

**FIN**