Drabble YunJae

Es algo muy, muy raro, incluso para mí. No sé, creo que da pie a muchas interpretaciones, y las yunjae de hueso colorado me saltarán con reclamos y todo... lo siento, ha nacido así *huye de Maki*

Autora: Felina

Título: Rumors

Pareja: YunJae

Género: Romance

DRABBLE

RUMORS

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Ella no es real…

y tú y yo tenemos una historia a nuestras espaldas,

¿no lo recuerdas?

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¿Cuánto tiempo llevan en aquella relación? Oh sí, años. Seis años de un supuesto romance que ahora parecía caer como aeroplano sin alas derribándose desde lo alto del cielo nocturno. Y todo por una mujer.

Jaejoong no es de esos hombres que se preocupe por ir lanzando veneno contra ninguna mujer que se acerca a su novio, o amante que en dado caso era más apropiado señalar. Sin embargo, esta vez era diferente, porque la mujer que se había ganado todo el odio del que pudiera ser capaz un alma bondadosa como la suya, había sido más inteligente de lo que hubiera esperado.

Le había arrebatado a Yunho.

Pero claro, la culpa no era solo de la chica en cuestión –hija de un millonario de la capital que movía a su antojo todos los hilos de la política y que, Jaejoong está seguro, también tiene que ver con la razón por la que Yunho se dejó arrastrar en aquel estúpido círculo social de máscaras e intrigas– sino también de la poca voluntad de Yunho para aceptar su historia.

- Tengo que irme antes, tengo reunión de trabajo…

Así habían comenzado las excusas un par de meses atrás. Jaejoong había sin embargo confiado fielmente en su amante. Pero no mucho después de que las excusas comenzaran, Jaejoong comenzó a entenderlo gracias a esos rumores que circulaban por ahí. Los escuchaba en el ascensor cuando subía a su piso en el trabajo, los escuchaba cuando iba por un café y hasta cuando subía a la azotea a fumarse un cigarrillo.

- Jung Yunho contraerá matrimonio con Si Yeon…

Jaejoong había esperado pacientemente a que Yunho tuviera el valor de decírselo, de terminar aquella aventura y poder zafarse así también de las repentinas ganas que tenía de golpearle hasta el cansancio por el engaño y el silencio. Sin embargo, aquello no sucedía, Yunho seguía buscándole cada tanto, seguía besándole, acariciándole, buscando su cuerpo.

Y Jaejoong, aunque intentaba luchar contra aquello. Cedía, en el fondo, amaba demasiado al desgraciado como para simplemente renunciarle.

- Te Quiero, Yunho… - se aseguraba de decirle cada vez que se encontraban, de besarle con ternura. De hacer el amor con toda la pasión posible que emanaba de su cuerpo perfecto… - como nadie va a quererte, te doy lo que no podrás encontrar en nadie más, no olvides eso… - había susurrado con sensualidad hace un par de noches, la última, tal como se propuso, que le permitiría seguir jugando con él…

- Jaejoong… - el apuesto moreno le miró inquieto, incapaz de decir más nada cuando su amante salió de la cama y caminó hasta la ducha, su pálida desnudez siempre conseguía atormentarlo, la perfección de su silueta atontaba su cerebro y despertaba sus hormonas… se levantó con toda la intención de acompañarle en la ducha…

- Esta vez no, Yunho ah; hasta que decidas si confirmas o niegas los rumores, esta ha sido la última vez que estamos juntos… - la tranquila voz del pelioscuro le vino desde el interior de la ducha. El moreno se quedó quieto un paso antes, los ojos desorbitados y el corazón latiéndole violentamente contra el pecho.

Jaejoong lo sabe.

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…Hiciste el estúpido…

…pero tu estas helado hasta la médula,

pero ahora se dice por ahí que ya no la quieres.

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Podría decirse que aquella ocasión lo suyo había terminado. Jaejoong sufría, por supuesto que sí, pero no iba a demostrarlo. Siguió con su vida casi como si no le importara que entonces los periódicos y revistas hicieran gala del futuro matrimonio entre Jung Yunho y Si Yeon. La joven veinteañera era sin duda bonita, y se presumía por ahí anclada al brazo de Yunho con la más hipócrita de las sonrisas.

- Yunho idiota, solo te está utilizando… - el pelioscuro decía para sí cada que aparecía una nueva fotografía en los tabloides matutinos. Consideraba seriamente dejar de leerlo. Cruzó la pierna y tomó su taza de café dando un pequeño sorbo con total elegancia, las miradas de féminas y algún que otro chico en aquella cafetería cayeron pronto sobre él.

Su hermosura era simplemente atrayente.

…………………………………

Ahí estaba él, sin ánimo alguno de permanecer en aquella reunión, sometiéndose como siempre a la voluntad de sus padres. Estaba aburrido, por supuesto que lo estaba, hacía demasiado tiempo que no podía ver a Jaejoong; no solo porque el mismo pelioscuro se lo hubiera dejado claro aquella vez, sino porque además, estaba atrapado.

Atrapado por las circunstancias. Había caído presa de sus propias ambiciones y del estúpido temor al qué dirán que le hizo caer en la inocuidad del interés.

Cuando la reunión terminó él tuvo que dirigirse a un lujoso restaurante de la zona más prestigiosa de la ciudad. Donde una cita con Si Yeon le aguardaba. A veces quería convencerse, de que hacía lo correcto, de que estaba bien, de que una linda chica como esa que sonríe para él mientras habla con agrado moviendo sus brillantes labios rosados, era la mejor opción en su vida.

Una vida que roza los treinta pero que todavía le grita cada vez que se equivoca.

Que su corazón tiene un dueño ya y posee por apellido y nombre: Kim Jaejoong.

- ¿Estás escuchándome, Yunho oppa?... – la suave voz femenina le desconecta apenas una fracción de segundo de sus pensamientos. Le sonríe y asiente, apenas consciente de lo que pudo haber mencionado en esos minutos desde que llegaron.

Sus pensamientos se hilan de nuevo en un solo sentido. Necesita desesperadamente a Jaejoong.

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…oí que me habías echado de menos…

…¿No has oído los rumores?

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Jaejoong abrió la puerta de su departamento, incrédulo al ver ahí a Yunho; tanto más guapo de lo que recordaba, con todo y que no han pasado más de cinco semanas que no se veían.

Yunho le mira, con esa intensidad absorbente que antes le había cautivado. Le permite el acceso casi luchando contra su propia añoranza, le ha echado demasiado de menos, pero sonríe internamente. Porque ha escuchado, que Jung Yunho ha pospuesto su matrimonio, quizá cancelado. Que habla de un antiguo amor al que no ha podido olvidar y que tal vez renuncie a todo con tal de volver.

Es perdido en aquellos pensamientos que se deja envolver por los fuertes brazos del moreno, se deja dominar cuando su cintura es apretada y su boca atrapada con ansiedad. Responde al beso y a las insinuaciones.

Terminan de nuevo, enredados entre sábanas blancas y calor.

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…pero se dice por ahí que soy yo por la que vas a dejarla…

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Pronto los rumores comenzaron a hacer más fuertes. Yunho ha tenido ya algunas discusiones con sus progenitores. Les ha confesado que es así, que va a cancelar el matrimonio, que se ha enamorado de alguien más. Y que ese alguien, NO es una chica.

Jaejoong sonríe, le importa poco ser señalado por algunos, o que se digan cosas a sus espaldas. Nunca le ha importado en realidad, lo que la gente diga o deje de decir de su persona. Hace de su vida lo que le viene en gana, y si en su vida entra Jung Yunho, menudo problema para quien no quiera aceptarlo.

Porque ahora lo único que importa, es que Yunho mismo ha decidido quedarse en ella. Le ha devuelto el sentido correcto a sus días. Claro está, sigue siendo un poco tonto para enfrentarse a las sociedades, sobre todo a esos grupos en los que toda su vida se ha desempeñado. Las habladurías vienen y van, su familia ha sido arrastrada en la consecuencia de sus actos.

Pero todavía sonríe. Jaejoong se siente demasiado feliz, no necesitarán más nada que a sí mismos, no son unos críos ya, son adultos.

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Pero también se dice por ahí que él es por quien te voy a dejar yo a ti.

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Se dejan envolver nuevamente por aquella necesidad irrefrenable de fundir sus cuerpos. Danzan con perfecta sincronía al desnudo, comparten besos profundos, erráticos, apasionados. Jaejoong es feliz, por supuesto que lo es. Tiene al hombre de su vida ahí, dispuesto a todo por él, a renunciar a la fortuna, a cargar con la responsabilidad de una relación homosexual, de soportar la carga que aquello implica. Sonríe y se regocija mientras siente aquel trozo de carne caliente enterrarse una y otra vez en su estrecha intimidad.

Sonríe, porque aún está dolido. Yunho le hizo sufrir, le hizo ver como un simple amante al que pudo renunciar por semanas. Sonríe, con la ironía de la oportunidad que el destino les ha dado de estar juntos de nuevo. Sonríe…

Porque los rumores…

Nunca terminan…

**FIN**

Fragmentos Song “Rumor has it” by Adele